El Jurado de Enjuiciamiento de la provincia de Buenos Aires resolvió la destitución de la jueza Julieta Makintach por grabar de manera secreta un documental durante el juicio por la muerte de Diego Maradona. Para los jueces, se trató de “una actuación inaceptable”.
La medida fue tomada de manera unánime por los miembros del jurado y ahora Makintach deberá enfrentar el proceso penal que se inició antes del comienzo del jury por la filmación del documental “Justicia Divina”.
Para el jurado, “la Justicia-espectáculo desvirtúa la serenidad de espíritu de reflexión que implica la función judicial. Cuando se encienden las cámaras, se corre peligro de que el ego de un juez apague la Justicia”.
“La magistrada excedió los límites propios del ejercicio de la función judicial e incumplió los deberes inherentes a la magistratura al participar y colaborar de manera irregular en un proyecto comercial estrechamente vinculado con el juicio que tenía a su cargo y que se encontraba en pleno desarrollo. En sus descargos, la magistrada tampoco logró disipar la apariencia de parcialidad ni la irregularidad funcional que las partes percibieron durante el proceso", entendió el jurado.
En otro pasaje, el voto del jurado remarcó que “la relación de los magistrados con los medios y su protagonismo mediático, a partir de este caso, debe ser un llamado de atención a observar, cuando los jueces asumen roles fuera de la prudencia inherente al cargo de Juez, en causas judiciales de alto impacto mediático, como este caso traído a juzgamiento”.
“Sin dudas estas acciones ponen de manifiesto el peligro que implica para la justicia cuando el obrar de los jueces está orientado a captar la atención de los medios y el impacto público de sus acciones, desviando su atención al verdadero ejercicio de hacer justicia, generando que las decisiones judiciales queden contaminadas por su ego”, agregaron al respecto.
Para el jurado, “la Justicia-espectáculo desvirtúa la serenidad de espíritu de reflexión que implica la función judicial. Cuando se encienden las cámaras, se corre peligro de que el ego de un juez apague la Justicia”.
Makintach fue imputada por los delitos de cohecho pasivo, violación de los deberes de funcionario público, abuso de autoridad, malversación de caudales públicos y peculado de servicios.
La acusación, impulsada por los fiscales Carolina Asprella, Cecilia Chaieb y José Amallo, se centra en la presunta participación de la magistrada en la producción del documental que derivó en la nulidad del juicio por la muerte de Diego Armando Maradona.
El requerimiento fiscal aseguró que la investigación preliminar recopiló pruebas que evidencian “graves irregularidades” en la actuación de Makintach.
Los fiscales sostienen que la jueza habría aceptado una propuesta comercial de María Lía Vidal Alemán, con la promesa de obtener beneficios económicos futuros.
En el marco de este acuerdo, Makintach habilitó las locaciones del edificio público de Tribunales de San Isidro para "facilitar la obtención de imágenes fílmicas desde el interior de la sala de audiencias donde transcurría el debate y asumir el rol de presidente del Tribunal del juicio para adquirir un mayor protagonismo”.
El escrito aseguró que la magistrada habría coordinado con Vidal Alemán la incorporación de Juan Manuel D’Emilio como productor del proyecto, asegurando el uso de espacios públicos y recursos del Poder Judicial para la realización de la pieza audiovisual.
Las pruebas recopiladas incluyen registros de cámaras de seguridad y declaraciones testimoniales que sustentan la responsabilidad de Makintach en el esquema.