Un hombre inició una demanda de desalojo contra su ex cónyuge, y la acción se radicó ante el Juzgado Civil y Comercial N° 9 de Morón donde se admitió la pretensión.
El caso, conocido como “C. R. R. c/ R. J. D. V. s/ Desalojo (Excepto por falta de pago)” recibió una apelación por parte de la demandada, que se agravió de lo decidido, dando paso a que la Sala I de la Cámara de Apelación Civil y Comercial de Morón analice la cuestión.
Para los jueces Liliana Graciela Ludueña y Gabriel Hernán Quadri, la cuestión se había planteado “en un fuero que no correspondía y además en un proceso que, si bien en una primera aproximación puede parecer en cierto modo adecuado, en verdad no lo es”.
Es que este tipo de casos resultaban de cierta complejidad cuando involucraban una relación de pareja previa, así inclusive lo había entendido la SCBA que en un caso revocó la sentencia de desalojo admitida por la Cámara contra una ex conviviente considerada como intrusa en la propiedad.
En el caso, la pareja se había divorciado, pero en ese proceso no discutieron nada en lo relativo a los bienes, por lo cual ahora la pretensión de que se desaloje a la ex alegando que el bien era propio, para los jueces, era una cuestión que debió ser ventilada en ese fuero, ya que la casa inclusive constituyó el hogar conyugal por más de 30 años.
“Aunque el bien sea propio, debería determinarse qué sucedió durante todo ese lapso y, fundamentalmente, si existen eventuales créditos o recompensas a favor de la cónyuge o cuestiones por analizar con relación a la sociedad conyugal, por ejemplo. derivadas de mejoras o cuestiones análogas”, nada de lo cual podría discutirse en el acotado proceso de desalojo
Así fue que consideraron que “aunque el bien sea propio, debería determinarse qué sucedió durante todo ese lapso y, fundamentalmente, si existen eventuales créditos o recompensas a favor de la cónyuge o cuestiones por analizar con relación a la sociedad conyugal, por ejemplo. derivadas de mejoras o cuestiones análogas”, nada de lo cual podría discutirse en el acotado proceso de desalojo.
La misma parte actora alegaba que lo referente a mejoras debía transitar un proceso independiente, tema sobre el cual la sentencia de grado también se refiera al postergarlo para su consideración en etapa de ejecución.
Desde esa perspectiva, para la alzada, si la cuestión hubiera sido discutida en el fuero de familia, se habría brindado una etapa previa o de mediación que hubiera permitido resolver pacíficamente la cuestión, y la posibilidad de autocomposición previa, lo que incluso debía analizarse desde una mirada de género y niveladora.