La Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo confirmó el despido con causa de un trabajador de una estación de servicio, al considerar acreditada una maniobra fraudulenta contra un cliente y la empresa.
El caso se inició tras la desvinculación directa del actor en octubre de 2020. La empleadora lo acusó de cargar un monto menor de combustible y facturar un valor superior, apropiándose de la diferencia en efectivo, según de desprende del expediente.
En primera instancia se tuvo por acreditado que el despido directo obedeció a una justa causa, pero el trabajador apeló la decisión. Antes del hecho desencadenante, el actor había incurrido en situaciones de similares características por el que fue suspendido.
El tribunal, integrado por los jueces Héctor C. Guisado y Silvia E. Pinto Varela, señaló que los testimonios de clientes y compañeros de trabajo fueron claros y concordantes en confirmar la maniobra, e incluso se constató que el actor había tenido antecedentes disciplinarios similares.
“En este orden de ideas, concluyo que se encuentra acreditado que el despido obedeció a una justa causa, pues el comportamiento del actor corroborado en autos resultó de gravedad tal que justificó la extinción del vínculo, por lo que sugiero desestimar la queja planteada a su respecto”, dijeron los camaristas.
Con esos elementos, la Cámara concluyó que la conducta constituyó una grave injuria que justificó la pérdida de confianza y la extinción del vínculo laboral. “En este orden de ideas, concluyo que se encuentra acreditado que el despido obedeció a una justa causa, pues el comportamiento del actor corroborado en autos resultó de gravedad tal que justificó la extinción del vínculo, por lo que sugiero desestimar la queja planteada a su respecto”, dijeron los camaristas.