Se realizó una nueva reunión plenaria de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia y Asuntos Penales del Senado donde se discute la ampliación de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Uno de los expositores fue el abogado constitucionalista Andrés Gil Domínguez que aseguró que "la integración de la Corte Suprema en cuanto a número y cualidades de sus miembros es un aspecto muy importante, pero debe englobarse en un debate más amplio que se vincula con la necesidad de tener una nueva ley orgánica que se dirija a restructurar el funcionamiento integral de la Corte".
A su turno, el presidente del Colegio Público de la Abogacía de Capital Federal, Ricardo Gil Lavedra aseguró que “es inadmisible que tengamos un Tribunal Superior compuesto exclusivamente por hombres. Lo más beneficioso para la política es que tengamos una Corte Suprema independiente e imparcial, es la mejor garantía para todos”.
Para Gil Domínguez, la Corte "funciona gracias a un conjunto de normas que vienen del siglo XIX, decretos/leyes de dictaduras del siglo XX, acordadas que invaden el ámbito legislativos y otras que tienen como exclusiva regular un mundo analógico que se ha terminado".
A su vez, pidió establecer "claramente cuestiones formales como quién es el presidente de la Corte". "Debe ser una designación rotatoria entre todos los miembros que entran en un proceso electoral desgastante para ver quién es el presidente. Tiene que tener plazos y agenda", agregó.
“En cuanto al número hay una referencia histórica importante. En 1853 se estableció que el numero era de 9. En 1860 se reformó y que el numero estuviese librado a la voluntad del poder legislativa. No hay un numero preciso, pero sí me parece que el numero debería ser de 9, 11 o 13 integrantes”, destacó.
A su turno, el presidente del Colegio Público de la Abogacía de Capital Federal, Ricardo Gil Lavedra aseguró que “es inadmisible que tengamos un Tribunal Superior compuesto exclusivamente por hombres. Lo más beneficioso para la política es que tengamos una Corte Suprema independiente e imparcial, es la mejor garantía para todos”.
María Esther Cafure de Battistelli, de AMJA, cuestionó que "si la ley Micaela está vigente, si la constitución tiene el CEDAW incorporada. ¿Por qué no mujeres en forma igualitaria en los órganos de la justicia? La paridad es importante, las mujeres hemos luchado, y creemos que podemos hacer grandes aportes".
Finalmente, Liliana Piccinini, jueza del Superior Tribunal de Justicia de Río Negro sostuvo: “alguien dijo que la Corte de los nueve fue un desastre. Pero estamos hablando del número, no de la calidad. El número nos tendrá que ofrecer la posibilidad no solamente de la representatividad de los géneros de manera equitativa, si no la representación federal”.