En la causa “Ministerio Publico Fiscal s/investigacion maltrato animal - Punta Tombo”, la Cámara de Apelaciones de Trelew confirmó la condena contra el empresario Ricardo La Regina por la masacre de pingüinos en Punta Tombo.
El Tribunal integrado por Adrián Barrios, Cesar Zaratiegui y Alejandro De franco resolvió por unanimidad, ratificar la sentencia por el delito de daño ambiental y crueldad animal, rechazando el pedido de probation presentado por la defensa.
El fallo recordó que “se mataron pingüinos adultos y jóvenes, pichones y nidos y se aplastaron y destruyen sus nidos, quedando, en su caso, compactados y/o sepultados por la tierra remida”.
El hombre había sido condenado por el daño causado por haber utilizado maquinaria pesada para abrir un camino en su propiedad, afectando una zona protegida y provocando la muerte de numerosos pingüinos y la destrucción de sus nidos.
Los camaristas consideraron que el acusado era consciente del daño que estaba causando y también rechazó el ofrecimiento de donación de tierras para ampliar la reserva como parte de un acuerdo para evitar la condena.
“El presente caso escapa a dicha posibilidad por cuanto se pretende reparar lo que se ha destruido, una colonia de pingüinos de Magallanes y a todo evento, tampoco procedía la misma por cuanto lo que el imputado pretendía ceder, donar al Estado Provincial no resultaba ser de su propiedad”, remarcaron los jueces.
El fallo recordó que “se mataron pingüinos adultos y jóvenes, pichones y nidos y se aplastaron y destruyen sus nidos, quedando, en su caso, compactados y/o sepultados por la tierra remida”.
"Los hechos descriptos constituyen, además de daños, actos de extrema crueldad hacia la vida animal, ello teniendo en cuenta que, al momento de realizar el trazados de los caminos, desmonte, triangulo y acumulación, presencia de Pingüinos de Magallanes en época reproductiva, lo hizo con pleno conocimiento del ciclo reproductiva de esta especie y de su presencia en el lugar", agregaron los magistrados al respecto.
La Cámara tuvo por acreditado el daño ambiental, que incluye a “los nidos, huevos, pichones y pingüinos -arrasados y destruidos por la maquina de ocho toneladas de peso utilizada por el imputado”.
“La sola matanza de animales, crías y destrucción de huevos, conteniendo a la vez la destrucción de flora y fauna autóctona, remoción del suelo y producir afectaciones al ambiente, es necesario resaltar que los sentenciantes dieron solidos fundamentos basados en la prueba rendida, para justificar la certeza arribada sobre este aspecto”, concluyó la sentencia.
El ganadero fue condenado a tres años de prisión de ejecución condicional y le impuso estrictas reglas de conducta, como la prohibición de transitar con vehículos de gran porte en zonas sensibles al ecosistema, la obligación de colaborar con tareas de restauración ambiental en la estancia La Perla, que es lugar donde se perpetraron los hechos.
También la prohibición de realizar obras sin autorización e informes de impacto ambiental aprobados por las autoridades provinciales.