El Cuerpo Médico Forense, dependiente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, aprobó un protocolo para la realización de autopsias mínimamente invasivas. Este nuevo procedimiento está diseñado para aplicarse en casos donde sea “adecuado y compatible con las circunstancias de la muerte”. La medida responde a los planteos de diversas comunidades religiosas que consideran que la manipulación de un cadáver puede constituir una profanación.
El protocolo fue aprobado mediante una resolución administrativa firmada el 30 de enero por el decano del Cuerpo Médico Forense, Leonardo Ghioldi, tras la presentación formulada por el director médico de la Morgue Judicial, Santiago Maffia Bizzozero. La iniciativa se sustenta en estudios científicos y en experiencias previas obtenidas en autopsias realizadas a cadáveres positivos para COVID-19.
El procedimiento se basa en el conocimiento anatómico regional y en la visualización directa de órganos para la toma de muestras histopatológicas. La autopsia mínimamente invasiva se realiza de manera dirigida, comprendiendo el examen externo y la inspección interna de las zonas corporales relacionadas con la causa de muerte.
“Hay que considerar que cada vez son más los requerimientos de las comunidades religiosas que se oponen a la práctica de autopsias (Asociación Mutual Israelita Argentina -AMIA- y el Centro Islámico de la República Argentina) con quienes se han mantenido reuniones en dicho sentido. La práctica de autopsias bajo la modalidad de invasión mínima permite brindar una respuesta a los requerimientos de estas comunidades religiosas haciendo hincapié en el respeto por las creencias individuales de cada persona al mismo tiempo que se brinda respuesta a los órganos jurisdiccionales que intervienen en las causas judiciales donde es requerida esta práctica”, explicó el decano de la Morgue Judicial.
Asimismo, señaló: “Con la implementación de este protocolo en casos donde exista una objeción religiosa a la práctica de autopsias o solicitud del órgano jurisdiccional interviniente en el mismo sentido o, bien, riesgo de transmisión de enfermedades infectocontagiosas podrá brindarse una respuesta integral que al mismo tiempo que garantiza el servicio de justicia es respetuosa de la diversidad cultural, religiosa y los derechos fundamentales de las personas y proteger a operadores y personas intervinientes en la manipulación de los cadáveres”.