In Voce

PATTI VUELTA Y VUELTA. La sorpresa que le dio la Corte al Gobierno con la habilitación de Patti para asumir como diputado fue necesaria pero no suficiente. La misma Corte que sepultó la obediencia debida y el punto final, la que declaró que los crímenes perpetrados por los gobiernos de facto eran de lesa humanidad y por ende imprescriptibles, era la misma que, inexplicablemente para algunos, le daba el pasaporte a Patti. El tema generó grandes revuelos y explicaciones desde varios frentes. Convengamos que políticamente parecía no ser un buen momento. Con el conflicto del campo aún fresco y una guerra declarada con los dos diarios de mayor circulación de la Argentina, la situación podía llegar a interpretarse dentro de una escalada de reveses que pareció tener que enfrentar el Gobierno. Sobre llovido, mojado era la conclusión que surgía a simple vista. Pero el fallo de la Corte era necesario. Primero para plantar la bandera del respeto a la voluntad popular, sea esta del color que sea y aunque la fuerza mayoritaria controle las dos cámaras del Congreso y la mayoría de los gobernadores e intendentes sean de ese color político. Es sano que la Corte se anime a poner las cosas en su lugar, pese a la enorme corriente de antipatías que genera Patti y a la aplanadora mayoría oficialista que se despliega a lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo del país. Hasta en algunos distritos, la supuesta oposición se transformó en oficialista con el invento argentino de los radicales K, engendro mezcla de necesidad de efectivo, borocotismo y desguace de los boinas blancas. Hacía falta entonces una gota de agua en el mar de aceite de tanta hegemonía. Nada mal. Se hace ver, pero es solamente una gota de agua. A pesar de la Corte, posiblemente Patti nunca asuma. Y si lo hace, inmediatamente va a ser desaforado y vuelto a encarcelar. Las consecuencias prácticas para el oficialismo, serán mínimas, pero para la Democracia, serán máximas. El mensaje formal está dado, y la voluntad popular está aparentemente a salvo. Lo que queda por verse es a la cuenta de quién va el triunfo de esta nueva pulseada. Cuando decide la Corte se instala la última palabra sobre la cuestión. Pero el poder político siempre se las ingenia para que a las palabras se las lleve el viento, como en el caso del procurador general de Santa Cruz cuya reposicióne el cargo fue ordenada insistentemente por la Corte y desde hace años todavía está en veremos. Si los ministros de Talcahuano tienen la intención de acompañar a la presidenta en su tarea, lo van a hacer sólo en temas centrales. Disipando aquellos nudos que obstaculicen verdaderamente la gestión de gobierno y no en cuestiones que si bien pueden ser rimbomantes a nivel político-mediático no lo son por las consecuencias efectivas que generan en el devenir del país. A todas luces la decisión de la Corte sobre el tema de Patti no va a pasar de ser una plantada de bandera testimonial, en un tema sobre el que el Máximo Tribunal tenía opinión formada en el antecedente "Bussi". Reconociendo la Justicia el reclamo de "un indeseable", al que varios cortistas aseguran haber avalado teniéndose que tapar la nariz, legitimará con mucha más fuerza un futuro voto a favor del Gobierno que sí dirima intereses fundamentales concretos que pueda llegar a producirse. Ganaron todos: Patti porque le reconocieron que le birlaron la banca injustamente, la Corte porque queda como prestigiosa, independiente y justiciera a rajatabla, el Gobierno porque se asegura la pureza de los avales que el Máximo Tribunal le pueda dar en el futuro, la oposición porque el fallo de la Corte encuentra al Gobierno en un momento de transitoria permeabilidad, los medios porque tienen ríos de tinta para escribir y la democracia porque hay una defensa de las minorías frente a las fuerzas mayoritarias y hegemónicas. Más no se puede pedir: Patti completo con fritas para todos.

HAY VACANTES.

Empresa: Poder Judicial
Perfil: a partir de 30 años
Industria: Justicia
Area Funcional: CEO de juzgado
Lugar de trabajo: todo el país

IMPORTANTE PODER DEL ESTADO
Para dar respuesta a su proceso de sostenido crecimiento de la clientela
Incorpora para sus juzgados y cámaras de distintos fueros. Ambos sexos.
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Se requiere: título de abogado (preferentemente con conocimientos de Derecho) y una experiencia comprobable de 2 años en puestos similares o relacionados (no excluyente) Serán sus funciones: auditoría técnica y administrativa de casos, redacción de fallos, toma de decisiones, aceptación de críticas, interactuar con la prensa, conducción de equipos de trabajo, esquivar operaciones y resistir presiones.
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Conseguir buenos jueces no es tarea fácil, más aún cuando está comprobado que los problemas empiezan al minuto cero de asumir. La cuestión no sólo sobrevuela a los fueros federal o penal económico (siempre aparece por allí alguna mega causa con estridencias político-mediáticas), sino que el tema está latente en todos los fueros como ingrediente de toda controversia del que surja algún tipo de interés público o popular. Por estos días la mayoría oficialista del Consejo de la Magistratura tratará de modificar el criterio establecido para la selección de los postulantes. El tradicional que rigió hasta la modificación constitucional del 94, parecía demasiado discrecional. Dejaba todo en manos de los políticos que intercambiaban figuritas entre el oficialismo y la oposición. El actual, es demasiado lento y finalmente, pese a los esfuerzos, no garantiza que quienes asuman el timón sepan navegar las turbulentas aguas judiciales. Serán excelentes a la hora de escribir una monografía pero nada garantiza que tengan la cintura para manejar un juzgado con todo lo que ello implica. Además hubo casos de quienes parecían brillantes juristas con exámenes de 100 puntos, que luego en las entrevistas personales daban la impresión de tener todavía previa instrucción cívica de 3er año, lo que hace pensar en que algunos conocían el temario antes de sentarse a rendir. Si bien no hay pruebas de ello, no son pocos los consejeros que esgrimen esa sospecha para impulsar esta nueva modificación. Tampoco se están teniendo en cuenta las varias disciplinas que ayudan a las empresas a seleccionar el empleado ideal: psicólogos, grafólogos, selectores de personal, especialistas en recursos humanos. Pasa por más pruebas el postulante para hacer el recorrido en de un camión recolector de residuos que un candidato a juez. Sin embargo, el quid de la cuestión pasa por otro lado y tiene que ver con definir el perfil de juez que se está buscando. Este juez ideal todavía no está explicitado y por lo visto hay muchos modelos en danza. Veremos luego cuál es la mejor manera de hacer coincidir el perfil buscado con la realidad. Recién allí habrá que definir si el sistema es un examen, una entrevista eliminatoria, un currículum profuso y bien tabulado, una serie de padrinos “recomendadores”, u otro formato que surja en el futuro. Mientras no esté enunciado el perfil buscado, discutir sobre las formas es poner el carro adelante del caballo. ¿El juez ideal? Intuitivamente y puertas adento varios consejeros ya pueden definirlo: que sepa coser, que sepa bordar, pero sobre todo, que sepa abrir la puerta para ir a jugar.

alejandro s. williams / dju