Máxima velocidad

La transferencia de competencia de la Nación a la Ciudad comienza lentamente a dar sus frutos. Esta semana, un juez porteño condenó a un hombre a 1 año y 7 meses de cárcel por tenencia y portación ilegítima de armas de uso civil, uno de los delitos incluidos en el Primer Convenio de transferencias penales. Lo llamativo de la sentencia fue que llegó apenas 40 días después de la detención.

La causa, según se informó, comenzó el 27 de abril cuando el imputado, que tenía actitud sospechosa, fue arrestado en el barrio de Lugano en el límite entre Ciudad Oculta y Barrio Los Perales. Finalizó el martes pasado con la sentencia.

El proceso récord se inició en el juzgado 30, a cargo de Juan José Cavallari, pero terminó en el juzgado 19 de Carlos Aostri. La instrucción, en tanto, estuvo a cargo de la Fiscalía Contravencional y de Faltas Nº 6, donde actúan los fiscales Mario Gustavo Galante y Aníbal Oscar Brunet.

Durante los 40 días que duró el proceso, se realizaron tres audiencias: la primera fue el jueves 31 de mayo, la segunda el lunes 4 de junio y una última el martes pasado. Durante ese lapso, el detenido permaneció en la cárcel contravencional, informaron fuentes de la Fiscalía General de la Ciudad, quienes destacaron la “velocidad y efectividad a la que poco estamos acostumbrados los argentinos”.

El condenado había sido detenido con un arma de uso civil para la que no contaba con la debida autorización. El artículo 189 bis del Código Penal, que reprime ese delito, está incluido en el Primer Convenio de Transferencias penales que habilitó al Ministerio Público Fiscal y a sus tribunales Contravencionales y de Faltas a intervenir en dichos casos.

Pese a pedido del fiscal Galante, quien había solicitado cuatro años de prisión efectiva, el juez Aostri condenó al detenido a 1 año y 7 meses. .

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