B)LA MANO DE DIOS. Fue la que le permitió a la Argentina ganar el campeonato mundial de México del 86, merced a la grandiosa picardía criolla de un grande del fútbol aunque la vida y sus “amigos” lo hayan vapuleado después: Diego Armando Maradona. La anécdota viene a cuento porque sólo la providencia o una jugada política o judicial muy fuerte podría evitar que Carlos Menem se convierta en el primer ex presidente constitucional que sufra prisión en gestión de otro gobierno democrático ya que si bien hubo ex presidentes presos como fue Isabel Perón, esos juicios provinieron de procesos militares. Esta es la conclusión que se ha obtenido en fuentes importantes de algunas embajadas extranjeras que dudan que Estados Unidos vaya a revelar objetivos de su política exterior por defender a un ex aliado. Ni siquiera la Corte, en la que Menem designó a personas de su cercanía, se muestra decidida a jugarse. Entonces, se analiza en esos medios, cómo puede esperarse que lo haga una potencia extranjera.
C) CARTA. Última y quizá desesperada se jugará con el recurso extraordinario de Emir Yoma, pero en el máximo tribunal los “hados” no parecen favorecer al ex presidente. Enrique Petracchi y Gustavo Bossert repetirán su voto de que debe entender primero la Casación Penal. Antonio Boggiano se ha alejado tanto del menemismo como se acercó cuando Domingo Cavallo atendía los asuntos económicos en esa administración. Julio Nazareno no parece dispuesto a acompañar más allá de lo que aconseja la prudencia política y jurídica y sí no lo hiciera, los enemigos de Menem lo recusarán por su ex sociedad en La Rioja. Igual camino correrá Adolfo Vázquez por su declarada amistad con el ex presidente, un criterio que podría rozar a Guillermo López por sus antiguas vinculaciones como abogado laboralista con Carlos Corach. Moliné O´Connor hace un tiempo que ha acortado lazos con los hermanos Anzorreguy y sobre todo con Hugo, ex jefe de la SIDE de Menem pero también distanciado con el ex presidente. Augusto Belluscio hace tiempo que recobró autonomía de Raúl Alfonsín y Carlos Fayt nunca profesó amor por el menemismo. En ese descarnado cuadro de situación, la suerte de Menem estaría echada a partir del 13 de julio.
D) INTERNA. Dura, es la que se mueve en las cercanías del Procurador General de la Nación. Primero se dejó trascender y hasta se convenció a algún periodista de que Nicolás Becerra estaba denunciado penalmente en el fuero federal por presunto “enriquecimiento ilícito” y junto con él a dos hombres de su proximidad: Carlos Bettini y Maximiliano Rusconi. Investigado el rumor se aclaró que no era Becerra el denunciado sino estos dos últimos pero por distintas causas: Bettini, a cuya familia laceró el Proceso Militar y debió exiliarse en España desde donde retornó con fuertes vinculaciones con el gobierno del ex premier Felipe González y Rusconi, cuyo pensamiento ideológico se ubica a la izquierda de Bettini pero que ha demostrado eficacia en el manejo de la UFITCO, una unidad especial de investigación impulsada por Becerra para investigar evasión fiscal y atenuar las quejas de fiscales y jueces de Penal Económico que le reprochaban a la AFIP enviar engendros jurídicos a los tribunales que impedía una clara investigación judicial. Pero Bettini habría sido sobreseído por el juez Urso ante la denuncia de la actual ministro de Trabajo, Patricia Bulrich –ex compañera de militancia- de un supuesto intento de cohecho y Rusconi está siendo investigado por el juez Claudio Bonadío por una denuncia del fiscal Pablo Lanusse, el mismo de la mafia del oro contra Alfredo Yabrán.
E) AMENAZAS. Son las que viene soportando con llamativa continuidad el fuero de Instrucción de la Capital Federal. Las últimas son llamadas con la supuesta colocación de explosivos en algunos de los juzgados y hasta en la propia Cámara Nacional de Apelaciones en lo Correccional y Criminal. La gravedad de los hechos movió al presidente de ese Tribunal, Mariano González Palazzo a moverse con energía e interesó en la investigación al propio juez federal Rodolfo Canicoba Corral. Sin embargo, esas amenazas se extendieron al fuero Civil, en general una instancia de bajo perfil mediático en el que uno de los pocos jueces que sobresale por su trabajo en el Consejo de la Magistratura es el camarista Claudio Kiper. Lo cierto es que el pasado jueves 31, la brigada de Explosivos de la Policía Federal debió concurrir de urgencia a los juzgados 21 de Eugenia Giraudy y 109 de Bernardo Nespral, el mismo que impulsó el sonado caso contra su ex colega Carlos Wowe destituido y condenado por un confuso pedido de coimas. En este último juzgado, la amenaza telefónica fue atendida por la secretaria, Cristina Bourgés Capurro, quien impresionada por la gravedad de la noticia cayó desmayada pero antes tuvo fuerzas para comunicar la noticia a un empleado del juzgado que atónito veía como su superior caía al piso.