07 de May de 2024
Edición 6959 ISSN 1667-8486
Próxima Actualización: 08/05/2024

Manuel figuerero Caravías

Un solo perfil del pronunciamiento de la Corte Suprema de Justicia revela lo estólido del mismo. Se argumenta que a raíz de lo dispuesto en Tratados Internacionales, los delitos de lesa humanidad no pueden ser amnistiados ni indultados. Entiendo que es una postura que coloca a nuestro país en una posición indigna de nuestra tradición. Los países centrales, que no hesitan en solicitar la extradición de los militares argentinos, inculpados en las diversas causas en trámite ante la Justicia argentina, cuando tuvieron que resolver problemas internos muy similares a los nuestros, optaron por una solución lógica, puesto que amnistiaron o perdonaron arribando por consiguiente a una solución política y no judicial. En el caso de Francia, por ejemplo, se firmó el Tratado de Evian, el 18 de marzo de 1962. En el Capítulo I del mismo se determina taxativamente: “La amnistía se proclamará inmediatamente. Los detenidos serán liberados”. Previo a una consulta popular Francia proclamó en 1968, una amplia y generosa amnistía. Debe tenerse en cuenta que gran parte de los amnistiados se encontraban imputados por delitos de lesa humanidad. Empero ello no fue óbice para que se dictara tal medida. El general francés Paul Aussaresses asegura que contaba con la cobertura política del entonces ministro de Justicia, a través del juez Jean Bérard, al que califica de "emisario" de Mitterrand en Argel. Años más tarde Mitterand, a pesar de las críticas que recibiera su accionar al frente del ministerio, es elegido presidente de Francia. La tortura se generalizó durante el desarrollo del conflicto bélico de Argelia.. Cualquier finca "modelo" tenía lo necesario para las atrocidades: una mesa, baldes de agua, enchufes, cables eléctricos, argollas en el techo para colgar a los prisioneros. Los elementos eran manejados en equipo, todos torturaban. A nadie se le ocurrió impugnar su candidatura al cargo presidencial, por haber participado en la comisión de delitos de lesa humanidad, entre los cuales se encuentran la desaparición forzada de personas, torturas y asesinatos. Es la "guerra" "contrarrevolucionaria". El propio general francés Paul Aussaresses al ser entrevistado por un periodista, expresó textualmente: “Los escuadrones de la muerte eran suboficiales que Masssuh puso a mi disposición, cuyo número y nombre no revelaré nunca. Recorría toda la noche los regimientos preguntando a sus jefes y a los oficiales de informaciones qué habían hecho y qué habían conseguido. Cuando teníamos a un tipo que ponía una bomba lo apretábamos para que diera toda la información. Una vez que había contado todo lo que sabía, terminábamos con él. Ya no sentiría nada. Lo hacíamos desaparecer.”. En Argelia se pusieron en práctica las torturas mas infames. Una es la inyección de agua por la boca a alta presión, a veces es agua jabonosa, a veces agua lavandina. El pobre diablo muere de peritonitis o embolias. Cuando el vientre toma proporciones increíbles, varios soldados franceses saltan sobre él. Los especialistas la consideran "poco eficaz", pues no hace hablar sino mata. En fin, toda la patología de la tortura y el horror. Para tener una idea de cuantos padecieron estos calvarios, en una sola "finca", la de Amezziane, desfilaron entre 1957 y 1961, 108.000 argelinos. De esos 108.000 torturados solo 11.000 eran militantes del FLN. Creo que es indiscutible que ha habido en ese conflicto violaciones a los derechos humanos, en sus distintas facetas. Cuando organizaciones defensoras de los derechos humanos trataron de cuestionar el dictado de la amnistía por la guerra de Argel, la justicia francesa se negó a investigar los hechos. La guerra de independencia de Argelia fue una feroz guerra colonial en la que se calcula que perdieron la vida 300.000 argelinos y se vieron obligados a huir del país más de un millón de colonos europeos. El ejército francés sufrió más de 24.000 bajas; además, murieron alrededor de 6.000 colonos franceses. O sea que superó con creces a la cantidad de


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