04 de Octubre de 2024
Edición 7064 ISSN 1667-8486
Próxima Actualización: 07/10/2024

Elena Highton de Nolasco
Juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación

“Me están esperando con ansias para resolver las cuestiones pendientes”

 
En el primer reportaje que concede tras obtener el acuerdo del Senado para ocupar un sitial en el más alto tribunal, Diario Judicial.com dialogó con Elena Highton, quien parece tomar con mucha naturalidad este paso en su carrera profesional. En un diálogo franco y abierto la hasta hace poco camarista en lo civil sabe que a partir de ahora sus decisiones van a ser de la máxima gravitación institucional. La primera integrante femenina de la Corte Suprema en la era de la democracia, sabe que es una pieza fundamental en la oxigenación de uno de los poderes más cuestionados de la República. Su trayectoria como magistrada, a la vez que la hace profunda conocedora del funcionamiento de la justicia, también la hace defensora de ciertas posturas, a veces no entendidas por la opinión pública, que desde antiguo vienen sosteniendo sus colegas.

Diario Judicial: ¿Cómo vivió el primer llamado del gobierno?

Elena Highton: Los rumores venían de meses antes. Me llamaron a mi casa, mi marido me buscaba y cuando llegue, me avisó que había dejado el celular el jefe de gabinete. Ahí lo llamé y me dio la noticia que esa misma noche me esperaba el presidente en la Casa de Gobierno.

DJU: ¿Qué le dijo el presidente?

EH: Me dijo que estaba preocupado con la justicia. Le interesaba mucho que la Corte mejorara. Ya había jurado Zaffaroni y estaba propuesta la Dra. Argibay. Le parecía que yo era una de las personas posibles por esto del género y además por mi trayectoria. Pensaba que mi designación iba a ser muy bienvenida dentro del Poder Judicial y me preguntó si yo aceptaba.

DJU: ¿Qué opina que el gobierno haya elegido a dos mujeres para integrar la Corte?

EH: Era hora. La mujer siempre tiene mayor compresión de la realidad y una posibilidad de colocarse en los zapatos de uno y de otro y mayor sensibilidad también. Acabo de recibir una carta del Consejo de la Mujer que dice que el hecho de que haya mujeres da más confianza a las mujeres

DJU: Usted dijo en algún momento que le molestaron algunas impugnaciones, ¿esto es así?

EH: En realidad el sistema es que se impugne. Tengo publicados 30 libros y 200 artículos sobre diversos temas y el artículo cuestionado es de hace 12 años, de 48 hojas, que trata distintos temas. Hay una comparación del derecho americano y del derecho argentino. Acá sacaron tres párrafos totalmente descontextualizados y se toman como una opinión que en realidad no está vertida en ese artículo. Me molestó la insistencia y aunque yo aclaré esto en el Senado, se vuelve con la misma frase. Reconozco que me sorprendió que apareciera esto. En los cursos de derecho civil y de parte general se usan como algunos trabajos de Bioética, que en realidad no dicen lo que quieren hacer decir. Y lo otro son por dos expedientes de la Sala F. En treinta años se imaginan la cantidad de expedientes que he decidido. En una de esas causas, el señor abogado deudor de alquileres decía que no vivía donde lo habían notificado, se hizo una medida para mejor proveer, para corroborar, y en esa constatación judicial el que contestó telefónicamente era un chico de 13 años, dijo que no estaba y se armó todo una gran confusión y denuncias, que están todas rechazadas. Me parece un poco excesivo insistir en eso. Se está pensando en bajar la imputabilidad de las penas a catorce años y me van a decir que un joven de trece años no está en condiciones de atender el teléfono. Y el otro caso es el de la impugnación de paternidad de los padres y filiación respecto de Perón... una persona que dice ser su hija. Es un expediente que hace 10 años que está tramitando. A la persona no le gustó la medida y nos hizo una querella que se olvidó de decir también que había sido rechazada.

DJU: Teniendo en cuenta que los candidatos propuestos hasta el momento han sumado más impugnaciones que adhesiones, ¿está de acuerdo con el procedimiento de participación ciudadana establecido por Kirchner para la elección de candidatos a ocupar un lugar en la Corte?

EH: Yo lo veo bien, pero esto no es una votación popular. En reuniones sociales se estaban juntando firmas por el tema del artículo. Cuando digo que nadie ha leído el articulo, me refiero a que toda la gente que impugna y que habla no lo ha leído.

DJU: ¿Incluidos los miembros de la Iglesia?

EH: No, la Iglesia no me ha impugnado. Monseñor Laguna aclaró que no se refería a mi caso. Y también salió algo en La Nación que Monseñor Bergoglio, a través de su vocero, había dicho que no se refería a mi caso. Me parece que está aclarado que justamente la gente que sabe leer lo ha leído y la gente que sabe leer ha dicho que esto no es impugnable.

DJU: ¿Como ve la relación entre la justicia y la sociedad, y el funcionamiento del sistema de administración de justicia?

EH: Me perece que la relación, lamentablemente es mala. En general es peor de los que nunca han tenido casos en la Justicia de los que han tenido casos en la justicia. La percepción es peor que la realidad. Porque la mayor parte de los jueces son buenos jueces, la mayor parte de los empleados de Tribunales trabajan y además ningún empleado de Tribunales trabaja seis horas, todos trabajan toda la tarde y la percepción es que trabajan hasta la una y media. Tal vez la trasparencia y la participación de la sociedad civil, con proyectos, dé mayor confianza y mayor transparencia. Algunas medidas que ya tomó la Corte dan más transparencia.

DJU: ¿Como vivió el fenómeno Blumberg?

EH: Yo veo bien que la sociedad civil se exprese. El petitorio no lo leí en detalle. Leí lo que salió en los medios. Es lícito que se vaya gestionando pacíficamente el reclamo. A veces modificar a las autoridades no viene mal. La sociedad civil debe reclamar y también aportar.

DJU: ¿Cuál es su opinión sobre los distintos aspectos de la Reforma Judicial incluidos en el Plan de Seguridad lanzado por el gobierno recientemente?

EH: Un proyecto es la “refundición” de la justicia federal y nacional. Ese parece que es el que mayor polémica ha traído. Yo no veo ningún obstáculo. Yo siempre he creído que en la Capital Federal el sistema es único: todos los jueces nacionales son nacional-federal. En las provincias hay un doble sistema donde están los jueces federales y los jueces provinciales. Pero en la Capital Federal la distribución de competencias entre los diversos jueces de la Nación puede variar. Es casi arbitrario decir Correccional y Correccional Federal. Realmente no tiene un sentido que uno pueda decir que esto no puede cambiar. Yo creo que como hay dificultades, el barajar y dar de nuevo es una buena oxigenación. Creo que puede traer más confiabilidad en la ciudadanía.

DJU: ¿Qué piensa sobre la instauración del juicio por jurados?

EH: El juicio por jurados está en la CN, así que no se puede discutir como institución. Pero nunca se ha reglamentado. La participación de ciudadanos en otros países tiene mucha experiencia. En Córdoba hay un sistema acotado que mezcla legos con jurados. En el sistema federal americano la decisión de los jurados es siempre por unanimidad. Acá se pide nueve de doce, esto es muy poco, es una mayoría que no es suficiente para una decisión de esta envergadura. El juicio por jurados acá se está poniendo para homicidio doloso y para casos de funcionarios públicos. Me parece que empezar de cero, en un momento de conmoción como el actual, con estos crímenes, que además son los que mayor conocimiento tienen por la prensa,... entonces doce ciudadanos no habiendo experiencia sobre el sistema, los primeros casos van a ser muy mirados. Va a ver mucha presión. Por lo cual si bien habría que implementarlo, yo sugiero empezar por una experiencia piloto de pequeña envergadura con algunos tribunales que estén preparados o que sean adaptados y con delitos de menor cuantía para ir practicando.

DJU: Al día de hoy, ¿cómo ve la aplicación de la ley de Mediación?

EH: Hay que diferenciar la mediación de la ley en concreto, porque toda la mediación en sí misma prendió realmente cuando todos decían “es la misma conciliación que hacemos siempre” o “los abogados siempre somos negociadores”. Otra cosa es algunos detalles del funcionamiento de la ley de mediación obligatoria. Si bien por experiencia en otros lados habíamos pensado con la Dra. Gladys Álvarez, que no podía ser obligatoria, después de la experiencia piloto, los jueces que habían participado recomendaron que la mediación obligatoria era y es la única manera, porque un instituto nuevo que tiene cierta resistencia si no es obligatorio y es optativo puede caer en desuetudo. Pese a las falencias y a las quejas contra los mediadores, nuestros mediadores están con un modelo, el modelo argentino, que no presiona a la gente a hacer un acuerdo y esto pese a que los mediadores cobran si hay acuerdo. La tasa de juicios por cumplimiento de convenios de mediación es casi nula, esto quiere decir que hay un cumplimiento espontáneo. Entonces, de verdad, los que hicieron el acuerdo están conformes con lo que han pactado. Tal vez lo que hacía falta era ese espacio en el sistema. Ahora, hay algunas falencias, hay problemas de honorarios... y sin embargo nuestros mediadores tienen la camiseta puesta.

DJU: A casi diez años de la ley, ¿habría que aggiornar el sistema vigente?

EH: Habría que hacer una investigación, se está pensando, para ver cuáles son las falencias y las posibles soluciones. Los mediadores y abogados se quejan pero además deben aportar las posibles soluciones. Ha habido muchos congresos, muchas reuniones, muchos encuentros sobre esto. Hay mucha experiencia en la Argentina. Seria bueno empezar a recolectar seriamente opiniones para sacar una verdadera evaluación cuando se cumplan los diez años de aplicación de la ley. Las falencias hay que tratar de arreglarlas

DJU: Usted planteó en la audiencia pública la sobrecarga de causas que tiene la Corte. ¿Cuál es la solución a este problema?

EH: Esto se está trabajando. Yo estoy trabajando antes de ser propuesta para la Corte en la Mesa de Diálogo y una de la Comisiones trata este tema. Es una preocupación famosa y conocida a nivel institucional. Hay distintos aspectos. Por un lado está el recurso ordinario de apelación, que ya sólo por causas previsionales, es el 50% de los casos que estamos hablando. Hay un consenso absoluto para suprimir este recurso ordinario en los casos previsionales. Hay proyectos de ley. Esto requiere una ley. Después están los recursos ordinarios cuando la Nación es parte por más de 726 mil pesos. Si bien hay quienes sostienen que hay que abolir este recurso, yo no creo que haya que suprimirlo pero sí que hay que elevar muchísimo el monto. Hay que poner una cifra de apelabilidad ordinaria en tercera instancia que no sea absolutamente arbitraria sino que responda a la realidad y a la cantidad de expedientes. El recurso ordinario por extradición creo que hay que mantenerlo. Y en cuanto a los recursos extraordinarios creo que la arbitrariedad se ha abierto tanto que la Corte está interviniendo en una tercera instancia en cuestiones que son de derecho común, en muchos casos. Si bien, no hay que suprimir la arbitrariedad, hay que mantenerlo para los casos extremos y no para una tercera instancia de una apelación donde prácticamente es cuestión de punto de vista, a ver si prevalece una pericia sobre otra. Esto de por sí hace que la Corte pueda tratar lo que debe tratar.

DJU: ¿Sería bueno reglamentar el ingreso de los empleados al Poder Judicial?

EH: En algunos fueros hay distintos exámenes que pueden ser más o menos estrictos, tal vez en algunos fueros son casi formales. Hay elementos de idoneidad que hacen al conocimiento. Yo nunca voy a decir que un test sea negativo. Hay una capacitación específica y un aprendizaje por experiencia, por imitación. Tal vez se haya perdido este viejo sistema de capacitación. Como hay tantos expedientes, el juez o el secretario no pueden estar enseñando permanentemente. Hay un sistema de aprendizaje interno, pero cuanto más capacitación al principio menos hay que enseñar.

DJU: En la audiencia manifestó que los jueces deben pagar el impuesto a las ganancias, pero respetando la intangibilidad de los sueldos. ¿No es contradictorio?

EH: Los jueces deben pagar impuesto a las ganancias, pero acá está el conflicto de dos cláusulas constitucionales: por un lado la igualdad ante la ley y por otro lado la intangibilidad de las remuneraciones y efectivamente como no se les puede reducir la remuneración actual hay que buscarles algún sistema de compatibilización de los dos principios. Hay que pagar, pero tampoco se les puede reducir la remuneración a los jueces que están en ejercicio. Esto depende del Congreso de la Nación.

DJU: ¿Cuáles son los temas a resolver en el corto plazo?

EH: Los temas más importantes son los del corralón y los de obediencia debida y punto final.

DJU: Usted recibiría a los piqueteros como hizo Zaffaroni?

EH: Yo no digo si recibiría o no recibiría. En principio uno tiene que estar abierto a escuchar. Acá vienen por los casos concretos. Soy bastante horizontal. Siempre fui de puertas abiertas acá y en primera instancia. Hay que reconocer que también es un tema importante.

DJU: ¿El tribunal debe decidir éstos temas trascendentes con la integración en pleno?

EH: Esto no depende de mi, si quedan 4 a 4 no se puede, ahora si quedan 5 a 3 se puede. Habría que ver por la envergadura de las cuestiones si hace al sistema que haya que esperar. Yo estoy dispuesta a resolver en el momento que llegue.

DJU: ¿Ya pudo hablar con los demás miembros de la Corte?

EH: Tuve una audiencia con Petracchi. Hablamos de las cuestiones protocolares, de cuándo podría jurar. Me dijo que están aguardando la salida del decreto. Y que me están esperando con ansias para resolver las cuestiones pendientes.

DJU: ¿El doctor Maqueda también la llamó?

EH: Si... ¿cómo sabe?

DJU: ¿Y la doctora Argibay?

EH: Algunas veces hemos hablado por teléfono pero nos mantenemos en contacto por e-mail reiteradamente.

DJU: Usted tuvo que presentar su declaración jurada y hacerla pública al igual que Zaffaroni y Argibay ¿Los demás jueces de la Corte no deberían hacer lo mismo?

EH: Tengo entendido que la Corte sacó un resolución que obliga a eso. Con relación al resto de los jueces se está debatiendo ahora en el Consejo de la Magistratura. Los jueces presentan la declaración jurada. La gente tiene derecho a saber qué tienen los jueces pero los jueces no son cualquier funcionario público, todo el tiempo deben dirimir conflictos: siempre hay uno que gana y otro que pierde, los ánimos no son siempre los mejores. La publicidad de la declaración jurada lo pone en mayor exposición de represalias. Y el juez penal está en una situación más delicada aún. Socialmente esto puede traer mayores desventajas que beneficios. Pero no es que los jueces no lo quieran mostrar.

DJU: De hecho estuvimos viendo la suya…

EH: ¿Qué encontraron?

DJU: Que tiene muy poco dinero.

EH: Yo también ayudé a mis hijos a comprar departamentos.

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