El Juzgado Civil, Comercial, Minería y Sucesiones N° 9 de Cipolletti hizo lugar a la demanda interpuesta por una mujer contra su vecino y ordenó la restitución de una porción de 65,40 metros cuadrados que fueron ocupados del fondo de su propiedad.
La causa se originó cuando la demandante compró, según título de dominio, un terreno con superficie de 378 metros cuadrados y, al intentar construir un quincho en el fondo del lote, descubrió un faltante de más de 60 metros cuadrados.
El fallo rechazó la invocación de buena fe y posesión animus domini por más de 30 años del demandado y destacó la ausencia de prueba: "no existe prueba alguna que haya traído el demandado a estos autos de la que surja su buena fe respecto de esta invasión".
La actora relató en su demanda que, tras consultar a un arquitecto y contratar a un agrimensor, se confirmó "un faltante de unos 12 metros de ancho por 5,34 de largo ocupados por el demandado, quien construyó una pared, alterando así los límites".
Para resolver, el juez Mauro Marinucci ponderó el resultado del peritaje del agrimensor que arrojó que "las verdaderas medidas son las que surgen del título, esto es 378 metros cuadrados", atribuyendo el déficit al "mal emplazamiento de sus muros" en el lote lindero.
El fallo rechazó la invocación de buena fe y posesión animus domini por más de 30 años del demandado y destacó la ausencia de prueba: "no existe prueba alguna que haya traído el demandado a estos autos de la que surja su buena fe respecto de esta invasión".
El juez también estacó la oposición inmediata del vecino al descubrir el hecho y la ausencia de consentimiento en las sucesivas transferencias del bien. El demandado había vendido el inmueble en 2003 con las medidas plenas, sin registrar la anomalía.
Por todo lo expuesto, el magistrado ordenó al demandado a restituir los 65,40 metros cuadrados ocupados, en un plazo de 45 días. También dispuso que se desmantele lo construido en ese sector, bajo apercibimiento de ejecución forzada a su cargo.