El Consejo de la Magistratura rionegrino absolvió de las imputaciones por mal desempeño al juez Pablo Iribarren. Después de recibir el respaldo desde la Magistratura, el juicio político se dio por concluido y se desató la polémica.
"Tuviste que esperar tanto pelotudo para que te juzguen. (…) Papeloneros todos, lo único que tenemos son chicas muertas y nada resuelto, casos impunes todos, por toda la parte de la Justicia, investigación, manera de investigar". Así fueron las frases de la tía de dos de las víctimas del triple crimen de Cipolletti. Inconexas de alguna forma, pero llenas de resentimiento e impotencia ante la decisión del jury de enjuiciamiento de absolver al juez que llevó adelante la causa por el hecho, Pablo Iribarren.
Durante la madrugada de este jueves, los consejeros decidieron que el ex titular del Juzgado de Instrucción 12 de General Roca no había incurrido en la causal de mal desempeño de sus funciones al llevar a cabo la investigación del asesinato de María Emilia y Paula Micaela González y Verónica Villar.
El Superior Tribunal de Justicia estuvo representado por el juez subrogante Jorge Bustamante. Por su parte, asistieron los legisladores Ana Piccinini y Arabela Carreras por la mayoría y Alejandro Betelú por la minoría. Los abogados fueron Sergio Schroeder, Justo Epifanio y Rubí Zuain y por los magistrados, el juez de la Cámara laboral de Roca, Diego Broggini.
A pesar de la noticia que debiera representar un gran alivio para el magistrado, sus declaraciones mostraron otra cosa: "Es una sensación agridulce diría yo, ahora hay que tranquilizarse, ya renuncie como juez y a partir de ahora iniciar una nueva etapa de la vida, trabajando en el ejercicio libre de la profesión".
Durante la lectura de la sentencia, la procuradora general de la provincia, Liliana Piccinini, estuvo ausente. La funcionaria fue la encargada de llevar adelante la acusación contra el magistrado.
Cuando se terminó la lectura del fallo de más de 120 páginas, quedó clara la posición de la mayoría. En tanto, dos de las integrantes del jury, las legisladoras Ana Piccinini y Arabela Carreras, sostuvieron que Iribarren era un “mal juez” y coincidieron con todas las acusaciones realizadas en su contra.
El hecho, ocurrido en 1997, tuvo una gran repercusión mediática y en el centro de la polémica quedaron las fuerzas públicas de seguridad, pero, ante todo, el accionar de la Justicia, muchas veces cuestionado por distintos sectores.
El vaticinio del abogado de la organización Familiares del Dolor, Marcelo Hertzriken, finalmente, no se cumplió: “Las familias no buscan más sangre. Siempre se pretendió que tengan la posibilidad de que puedan ejercer su defensa y con el jury lo podrá hacer".