Dra. Maria Elena Barbagelata
Diputada Nacional
Abogada, dirigente del Partido Socialista Popular y ex funcionaria de la Ciudad de Buenos Aires, María Elena Barbagelata insiste desde su nuevo espacio en la Cámara de Diputados de la Nación con las mismas preocupaciones que atendió desde la Dirección de la Mujer dentro del gobierno de Aníbal Ibarra.
En esta entrevista con Diariojudicial.com, la legisladora explica el alcance de dos proyectos suyos que actualmente transitan por los pasillos de las comisiones parlamentarias. Uno, dispone la creación en el ámbito de la justicia Criminal de Instrucción en la Ciudad de Buenos Aires, de una fiscalía de primera instancia especial para atender las denuncias de todos los casos tipificados entre los Delitos contra la Integridad Sexual del Código Penal y, el otro, busca crear un Programa Nacional de Atención a la Víctima de delitos sexuales. Barbagelata, de 49 años, casada y con tres hijos, advierte que con estos proyectos se busca tanto “preservar las pruebas” de los delitos sexuales para una posterior persecución penal tanto como “la correcta atención a la salud de la víctima”.
El primer proyecto busca “generar un ámbito especializado a los efectos de recibir denuncias, recolectar pruebas, preservar adecuadamente los elementos probatorios reunidos, proporcionar asistencia directa e integral a las víctimas de delitos contra la integridad sexual y centralizar las informaciones derivadas” de estos delitos, según rezan los fundamentos del proyecto. La diputada asegura que así se lograría coordinar la acción hoy dispersa de organismos comunales con la justicia, donde la ausencia de un ámbito específico genera burocracia que obliga a la atacada a “volver a victimizarse” con nuevos estudios forenses.
Barbagelata denunció además el maltrato que reciben las víctimas de delitos sexuales en las comisarías: “no tienen un ámbito reservado, la persona está en un estado de conmoción y de shock al lado de otra persona que viene a hacer una denuncia de un choque” ejemplificó y recordó que se trata de un delito con “derivaciones psicológicas muy conflictivas, que tiene un halo de humillación y de culpabilización a la propia victima”.
En esta nota, la diputada socialista indicó además que su proyecto –que implicaría la designación de un fiscal y un adjunto y lleva el aval de los miembros de la Comisión de Justicia de la cámara baja y la de su presidenta, la justicialista María del Carmen Falbo- esta inspirado en una experiencia que se desarrolló hasta marzo de este año en Mar del Plata, que se dejó sin efecto sin causa precisa. “A veces este país es muy contradictorio, las cosas que andan bien corren el riesgo de ser cerradas”, se lamentó. Sin embargo, precisó que durante el tiempo que duró la experiencia en la ciudad balneario “las denuncias de delitos sexuales crecieron de 8 a 40 por mes” y remarcó que el funcionamiento de esta repartición judicial que combina la labor del ministerio público con la policial y la de médicos forenses tiende a transparentar los datos reales de los delitos sexuales ya que en todo el mundo se denunciarían no más de la décima parte de los hechos cometidos, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Para Barbagelata, la labor fiscal específica tendrá a la larga un repercusión favorable en la prevención de las violaciones y los abusos de tipo sexual, porque permitiría registrar más casos y conocer mejor cuándo y donde se producen estos delitos. “Al incidir en el mapa del delito hay una posibilidad de mayor prevención vecinal y supervisión del accionar policial, esto puede servir a la policía y a los vecinos”, se entusiasma. A continuación reproducimos la entrevista mantenida.
Diario Judicial: ¿Cómo describe los proyectos que presentó en el Congreso para crear una fiscalía especial para los delitos sexuales?
María Elena Barbagelata: Nosotros hemos presentado en realidad dos proyectos vinculados a tema de los delitos sexuales. Uno es la creación de un programa nacional de asistencia a las victimas de delitos sexuales, que está en la comisión de Mujer, Familia y Niñez. Y la otra es la creación de una fiscalía especializada en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires, siguiendo los lineamientos de una fiscalía que actuó en la ciudad de Mar del Plata, que además motivó un tercer proyecto digamos manifestando el rechazo al cierre de esta fiscalía y reclamo que se la vuelva a reimplantar.
DJU: Esta experiencia que Ud hace referencia, ¿Qué aportó de original? ¿Para qué sirvió?
MEB: Configuró un equipo que coordinó los servicios de una fiscalía con los servicios hospitalarios. De manera tal de no “revictimizar” a la víctima, y de lograr que con una sola revisación posterior al hecho, inmediatamente después de la denuncia, se pueda cerrar el círculo tanto de la preservación de las pruebas como de la atención a la salud. En caso de violaciones esto es muy importante por las consecuencias que derivan de una violación, como un embarazo o la posibilidad de contraer SIDA. Por eso, al actuar una fiscalía especializada, se coordinaba allí a la policía y a los médicos forenses, que iban al mismo hospital, donde había un consultorio reservado. Esto posibilitó otro tratamiento a la víctima. El resultado fue ampliamente positivo y pasaron de 8 denuncias mensuales a más de 40.
DJU: Es decir que al mejorar y ser más efectivo el trato a las víctimas se denunciaron más hechos.
MEB: Exacto. Porque repercute directamente en la posibilidad de las víctimas de hacer denuncia en un delito que tiene una relación personal muy conflictiva. Derivaciones psicológicas muy conflictivas, que tiene un halo de humillación, de culpabilización a la propia victima. Estos delitos a la integridad sexual tienen estas características. Además, posibilitó que la preservación de las pruebas fuese tan efectiva que después quedaba bastante garantizado la posibilidad de acusar a alguien.
DJU: ¿Es ínfima la cantidad de hechos denunciados que atentan contra la integridad sexual, en comparación con los que realmente ocurren?
MEB: Sí. Hay certeza sobre eso; es así en todo el mundo y está dicho por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde que comenzó a investigar el tema de la violencia sexual como problema de salud pública. Se estima que una de cada diez violaciones o abusos sexuales se denuncian, por lo tanto de los números relevados como denuncia hay que multiplicar por diez para tener más o menos una estimación real de estos hechos. A lo mejor puede ser más, pero se estima que por lo menos es uno de cada diez.
DJU: ¿Cuál sería concretamente el mecanismo de trabajo de esta fiscalía?
MEB: Aparece una denuncia en un hospital, o en una comisaría o en cualquier otra fiscalía e inmediatamente interviene el fiscal especializado en el tema. En el proyecto, que esperamos pueda tratarse este año le damos la facultad a la fiscalía de convenir con la Ciudad de Buenos Aires, que tiene distintos equipos que tratan el aspecto de la salud y el aspecto psicológico tras este tipo de delitos. Esto incluso le da mayor posibilidad a la Oficina de Asistencia a la Víctima para que ocupe un rol más importante. De hecho hoy también lo hace pero sin diferenciar con otros de los tantos delitos y nos parece que esto merece una actividad especial que redunde en beneficio a las víctimas y también para prevenir, porque en definitiva se construye un mapa del delito más correcto.
DJU: Es decir que al focalizar más sobre estos delitos se sabría mejor donde actuar en materia de prevención.
MEB: Exacto. Al incidir en el mapa del delito hay una posibilidad de mayor prevención vecinal y mejor supervisión del accionar policial. Puede servir a la policía y a los vecinos. Podremos conocer mejor los lugares donde se producen estos delitos. Ahora esta en el tapete el tema de la inseguridad en los terrenos del ferrocarril, pero como un mapa del delito se pueden afinar todos estos aspectos.
DJU: ¿Cuál sería la estructura de esta fiscalía? ¿Se necesita más de un fiscal?
MEB: Nosotros habíamos planteado un fiscal, y la Procuración nos dijo que eso estaba bien, pero la Comisión (de Justicia) estimó que esto iba a ser poco y se agregó un fiscal adjunto. En total, el proyecto prevé un cargo de fiscal de primera instancia, dos cargos de secretario de fiscalía de primera instancia y una planta administrativa de seis cargos. Es decir que el reflejo presupuestario será pequeño.
DJU: ¿La fiscal debería ser mujer?
MEB: No, por supuesto que no necesariamente.
DJU: Le pregunto porque por la naturaleza del delito que lo hace difícil de denunciar. Tal vez sea mas fácil que se trate de una fiscal mujer.
MEB: Yo estimo que puede ser. Pero eso dependerá de lo que estime conveniente la Procuración y sus mecanismos de selección, porque es un cargo nuevo. En el caso de Mar del Plata era una mujer.
DJU: ¿Por qué se cerró la fiscalía específica para delitos sexuales en Mar del Plata?
MEB: No lo entendemos. A veces este país es muy contradictorio, las cosas que andan bien corren el riesgo de ser cerradas. Funcionó un año y medio hasta marzo de este año. Presentamos un proyecto para que se reabra, que está en la comisión de Legislación Penal ahora.
DJU: ¿A nivel de la recepción de denuncias por delitos sexuales en el ámbito de las comisarías cómo se está trabajando?
MEB: Se trabaja mal. Ese es un dato objetivo e histórico. No tienen un ámbito reservado ya que la persona está en un estado de conmoción y de shock al lado de otra persona que viene a hacer una denuncia de un choque... Y mucho menos se las atiende con la sensibilidad que tiene que tener este equipo para atender este tipo de denuncias. Y no sólo en el momento de la denuncia, también en la posterior sustanciación de la causa que hay que sostenerla en el tiempo para que no se archiven.
DJU: En paralelo hay otro proyecto que apunta al aspecto sanitario posterior a la consumación de estos delitos ¿en qué consiste?
MEB: Consiste fundamentalmente en coordinar los servicios de salud y a tener un kit de emergencia en todos los hospitales y centros de salud del país. Es necesario que tengan la medicación para atender a la víctima en el momento indicado y para preservar las pruebas.
DJU: ¿Se pierden mucho las pruebas? ¿Esto es común?
MEB: La prueba por excelencia en estos casos es el hisopado, y muchas veces no se hace o no se resguarda correctamente. Ni siquiera se cuenta con la medicación para el SIDA o la medicación de emergencia. Depende de a qué servicio entró la víctima para cómo la traten. Acá mismo, en la Capital Federal, el Hospital Muñiz atendía la prevención temprana del contagio del SIDA y en el Hospital Álvarez la anticoncepción de emergencia. Cuando empezamos a trabajar este programa desde la Dirección de la Mujer del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por primera vez el Álvarez incorporó los retrovirales y el Muñiz incorporó la anticoncepción de emergencia.
DJU: ¿Creé que este sistema de fiscalías debería extenderse a todo el país?
MEB: Puede extenderse más adelante. Pero son decisiones provinciales.
DJU: ¿Cuál es la provincia en que estadísticamente se denuncian más delitos contra la integridad sexual?
MEB: La provincia de Salta va primero por lejos.