Ambrosio, encargado desde la semana pasada de hacer operativas las detenciones de represores pedidas por el juez español Baltasar Garzón, fue obligado por sus captores a pasar al asiento trasero de su vehículo, en el cual lo llevaron a un galpón ubicado en Villa Libertad, en el de partido de San Martín.
Mientras lo mantenían cautivo en el lugar, otros delicuentes extrajeron 1.000 pesos de su cuenta personal con su tarjeta de débito, confirmaron las fuentes.
Después, Ambrosio fue liberado y pudo llamar a su casa y al juzgado. Sobre el mediodía, radicó una denuncia por “privaci¢n ilegal de la libertad y robo” en la comisaría primera de San Martín.
Luego de informado de lo ocurrido, el juez Canicoba explicó a este diario que el secuestro y robo de su secretario pareció ser un “hecho común” aunque destacó que “las casualidades no existen”.
Canicota recordó que Ambrosio “tuvo perfil alto en los últimos días por su intervención en la causa de los militares, y las casualidades no existen”, remarcó. Desde el jueves pasado, el secretario se encargó en persona de hacer cumplir y coordinar los arrestos de todos los requeridos desde España, además de notificarles su situación y evaluar junto al juez los planteos de excarcelaciones y arrestos domiciliarios.
Después del susto, fuentes judiciales confirmaron que durante su cautiverio “no le pegaron y se dieron cuenta que era un funcionario judicial cuando revisaron su billetera y vieron la credencial, pero no le dijeron nada de la causa de los extraditables”, explicaron.
Por otro lado, las mismas fuentes confirmaron que se analizaba hoy ampliar la custodia del juez, quien ya tiene tres guardaespaldas, a sus secretarios y miembros de la fiscalía encabezada por Guillermo Marijuán.
Esta decisión se evalúa no sólo por la odisea vivida por Ambrosio, sino por las intimidaciones telefónicas recibidas desde que se ordenó el arresto preventivo de los represores.
Las fuentes explicaron que uno de los hechos más extraños ocurrió el día posterior a la emisión de las órdenes de captura, cuando el mismo Ambrosio atendió un llamado de alguien que dijo ser general del Ejército y advirtió que no podía cumplir con los arrestos.
El secretario comunicó lo ocurrido al juez y Canicoba llamó al Estado Mayor Conjunto, desde donde se le informó que este supuesto general hacía años que no cumplía más funciones en la fuerza. También el fiscal Marijuán recibió un llamado donde le dijeron que “se cuidara” con sus futuros dictámenes en la causa.
Por otro lado, hoy se confirmó que el juez federal Rodolfo Canicoba Corral concedió la detención domiciliaria a otros dos de los militares con pedido de extradición desde España.
La medida benefició a los generales Ramón Diaz Bessone y Juan Carlos Trimarco, debido a que tienen más de 70 años. Además, hoy el juez se opuso a los pedidos de excarcelación presentados por otros dos de los arrestados, Gonzalo Torres de Tolosa, el único civil y Jorge Olivera Rovere por considerar que “no está garantizada su comparecencia voluntaria ante la Justicia.
Otro “amicus curiae”
Por otro lado, hoy se entrevistó con el juez Rodolfo Canicoba Corral el candidato a diputado nacional por el Partido por la Revolución Democrática (PRD), Miguel Bonasso, para ponerse “a disposición” del juez como “amicus curiae” (amigo del Tribunal) en el proceso de extradición.
“Tengo mucha documentación y la puse a disposición del juez”, explicó Bonasso en diálogo con Diariojudicial.com y explicó que se inclina por que no haya extradiciones sino que los militares acusados sean juzgados en la Argentina.