27 de Marzo de 2024
Edición 6935 ISSN 1667-8486
Próxima Actualización: 28/03/2024
Pedro David. Juez de la Cámara Federal de Casación Penal

"Necesitamos urgente que se llenen las vacantes en la Cámara de Casación"

Por:
Matías Werner. Editor de Diario Judicial
Por:
Matías Werner. Editor de Diario Judicial

Pedro David es el magistrado que más años hace que se encuentra en funciones, su derrotero judicial arranca en el año 1951 como juez de Menores de Salta, allí también fue camarista del Trabajo y ministro de la Corte Suprema provincial. En 1957 aplicó para la primera beca Fulbright y en los ’70 llegó a la Cámara del Crimen de la Capital Federal. En 1992, con la creación de la Cámara Nacional de Casación Penal, arribó al Máximo Tribunal Penal, donde es miembro de la Sala II. Su desempeño lo llevó a ser juez  Ad Litem del Tribunal Penal Internacional que Juzgó los Crímenes de Lesa Humanidad en la ex Yugoslavia, donde tuvo que compartir tareas con magistrados que vienen de países donde funciona el sistema de Common Law. “Uno se daba cuenta enseguida que juez venía de países del Common Law y quienes del sistema continental”, admitió David en esta entrevista con Diario Judicial, en donde el magistrado habló de todo: las vacantes en Casación y en todos los Juzgados Federales, la sobrecarga de trabajo de los Tribunales y el avance de la tecnología, que modificó por completo las practicas judiciales.

¿Cómo fue la experiencia en el Tribunal Penal Internacional para la Ex Yugoslavia?

Durísima, tener a las víctimas de los peores delitos en frente suyo, agresiones, violaciones, asesinatos de familiares. Imagínese que en un pequeño pueblo de Bosnia, llamado Visegrad, había 1000 personas en el año 1992. A fines de ese año, a fuerza de desplazamientos y asesinatos quedaba una docena de personas. Vecinos que se querían mucho de pronto salieron a matarse. Yo tuve que juzgar el caso del general Momcilo Perisic. El Tribunal que integré lo condenó a 28 años de prisión pero la Sala de Apelaciones revocó el fallo y lo liberó, pero al volver el caso a nuestro Tribunal, señalamos que la Alzada se “equivocó” al aplicar jurisprudencia que no existía

¿Y cómo era el funcionamiento de ese Tribunal?

Se trabajaba con un sistema acusatorio total. No se escribía nada en el Tribunal. Funcionaba con un sistema informático en el que todas las declaraciones de acusados, testigos y víctimas estaban en una computadora, de modo que, al Juzgar el caso, teníamos por medio del sistema teníamos la reproducción exacta de lo que dijo una persona en otro proceso, de lo que estaba declarando en el caso que juzgábamos y de los crímenes por los que se acusaba al imputado. La tecnología me permitió detectar contradicciones, averiguar si los testigos realmente estaban diciendo la verdad.

¿Cómo hizo para extrapolar la estructura de trabajo del derecho argentino, más identificado con el sistema procesal inquisitivo, a un sistema acusatorio?

Uno podía distinguir los jueces que venían del sistema anglosajón con los que venían del sistema continental. En el sistema anglosajón del common law los jueces no son parte sino referís entre las partes, la acusación y la defensa, no se meten para nada. En cambio, los del sistema continental queríamos averiguar la verdad de los hechos y preguntábamos más. Uno podía conocer a través del interrogatorio la cultura jurídica del juez. Los anglosajones eran parcos en las preguntas y le dejaban a las defensas y la acusación todo el caso, mientras que los del sistema continental las preguntas eran intensas, iban “cabalgando” sobre el interrogatorio.

¿Y existieron choques en el Tribunal?

Por su puesto, porque ambos sistemas tienen sus grados de conflictos. No fue fácil armonizar las disposiciones de los dos en el Código Procesal que utilizaba el Tribunal.

¿Cómo fue el año de la Cámara Federal de Casación Penal?

Fue un año de mucho trabajo, y al mismo tiempo con cuatro vacantes. El tema de los Juzgados vacantes es importantísimo en todo el país, no sólo en la Casación. Esta falta de jueces obliga a la Casación a proveer a otros Tribunales de jueces que no son del lugar, sino que incluso tienen que viajar desde cualquier lugar. Tuvimos casos de jueces del sur del país  viajando al norte y jueces del norte viajando al centro. Es decir, hay un problema logístico y económico importante

¿Con la creación de la Casación Ordinaria se sintió un “alivio”?

La puesta en marca de la Cámara de Casación en lo Criminal y Correccional está surtiendo efectos. Vamos a tener estadísticas relevantes el año próximo, pero desde hace tiempo se vienen sintiendo la influencia del nuevo Tribunal, y esperemos que se sienta más aún con el correr de los años. Fue muy importante su creación.

Usted Ingresó en 1992 a la Cámara de Casación, antes de la ampliación de sus facultades de revisión, resueltas en 2005 con el fallo “Casal”, que en los hechos implicó una multiplicación exponencial de los casos que resuelve el Tribunal. ¿Considera necesaria la cobertura de las vacantes?

Absolutamente, lo necesitamos urgentemente llenar las vacantes del Tribunal. Es algo que venimos pidiendo hace tiempo. Los subrogantes tienen el problema de que deben atender dos vocalías a la vez, con la enorme cantidad de causas que se manejan. A eso se suman los problemas de superintendencia que tiene el presidente de la Cámara. La última vez que ejercía la presidencia, en 2012, tuvo que dictar resoluciones para ubicar a 1400 jueces. Y que eran jueces incluso había que trasladaros, geográficamente, de una punta a la otra.

¿Cómo observa la implementación de la nueva legislación en materia procesal aprobada en el último tiempo, como puede ser la Ley de Flagrancia o la Ley del Arrepentido?

Creo que necesitamos ponernos a tono con las nuevas dimensiones que adquiere el delito. El narcotráfico y el lavado de dinero son unas de las grandes fortunas que de juegan internacionalmente. O sea, solamente en la Triple Frontera, una información de la biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, muestra una cifra estimativa de lavado de dinero es de seis billones de dólares. O sea, estamos hablando de una dimensión enorme considerando el núcleo que abarca, lo que influye también en el avance del consumo. La Casación dicta múltiples condenas por casos de narcotráfico, pero hay una realidad y es que se detecta una mínima porción de lo que circula.

¿Cómo se ubica el juez ante este escenario?

No se debe olvidar que el Poder Judicial forma parte de los sistemas preventivos. Si hay una policía ordenada y buenos instrumentos de detección va a tener una gran cantidad de casos. O sea, se va sentir el poder preventivo del Estado. En cambio, si tiene la frontera desguarnecida y con radares que no son operativos, el tráfico aumentará geométricamente y la detección disminuye geométricamente. Si bien la policía es un elemento central de detección, en el conurbano bonaerense y en muchas ciudades del interior la sociedad civil también colabora con la lucha contra el narcotráfico. Organizaciones de la sociedad civil le traen trabajo serio a los jueces, que somos sólo un eslabón de la cadena. La lucha contra el narcotráfico no es un tema de gobierno, sino una política de Estado.

Dju: ¿La modificación de este ordenamiento procesal, como el proceso especial de flagrancia,  modifica la tarea del juez de Casación?

Todo tiene que ver con la tecnificación absoluta del sistema acusatorio. Si se deja penetrar el sistema acusatorio en las prácticas de los tribunales, porque si en una audiencia hay un auxiliar que tiene que tomar registro escrito de lo que pasa, se le “cola” el sistema inquisitivo de vuelta, y eso pasa en algunas jurisdicciones. Yo participé en reformas procesales, como la de Paraguay, donde se cae en el error de que se imponen Códigos que en principio son orales, pero dada la falta de recursos, terminan siendo inquisitivos.

Cuando habló de su participación en el Tribunal Penal Internacional, destacó cómo ayudo la tecnología al trabajo del Cuerpo. ¿Cómo influye la tecnología hoy por hoy a su tarea como juez y como docente?

La tecnología informática ha cambiado la faz del mundo. Lo comparo cuando nació la imprenta. Hoy cualquiera tiene toda la jurisprudencia del mundo a su alcance. Puede ir a la Corte Suprema de los Estados Unidos, de Inglaterra, Francia, y ver allí los precedentes, todos los Códigos del mundo se abren para aprender, para que los comparemos. En el ámbito del estudio, considero que son las universidades las que deben “captar” este momento y lanzarse hacia él para hacer posible la capacitación de los estudiantes en las nuevas técnicas de comunicación. Deben utilizar las redes sociales al máximo para ayudar a los estudiantes a entender todo lo que ofrecen las redes. La educación cambia a veces para no cambiar, en mi opinión hay que hacer una profundización de los cambios a nivel primario, secundario y universitario, y siempre ligado al manejo de las nuevas tecnologías. No puede ser que las universidades otorguen grados universitarios para el desempleo. Las escuelas de Derecho tienen una misión muy importante: entrenar en las nuevas áreas a las que va a trabajar el abogado. El abogado que litiga será minoría, y se abren nuevas áreas como la mediación, la probation, la conciliación, el arbitraje, maneras no “litigiosas” de solucionar problemas. O nuevas disposiciones para solucionar problemas más concretos, como ocurre con el nuevo régimen de flagrancia. 

Aparecen en esta nota:
Casación Pedro David

Estimado colega periodista: si va a utilizar parte esta nota o del fallo adjunto como "inspiración" para su producción, por favor cítenos como fuente incluyendo el link activo a http://www.diariojudicial.com. Si se trata de una nota firmada, no omita el nombre del autor. Muchas gracias.

VOLVER A LA TAPA

Diariojudicial.com es un emprendimiento de Diario Judicial.com S.A.
Propietario: Diario Judicial.com S.A. Amenábar 590 Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Directora: Esther Analía Zygier. Registro de propiedad intelectual 54570890 Ley 11.723.
Descarga
la portada del diario en formato PDF

Reciba diariamente por e-mail todas las noticias del ámbito judicial.
Copyright ® 1999 - 2024 . Diario Judicial. Todos los derechos reservadores. ISSSN 1667-8486