Los actores iniciaron el reclamo judicial por cumplimiento de contrato, vicios redhibitorios y daños y perjuicios a partir de diversas averías en dos departamentos de un edificio de la calle Juan Manzo al 13500 luego de no obtener respuestas antes sus reclamos.
Los peritos destacaron que tanto en los dormitorios como en el living se había perdido unos ocho centímetros de altura. “A ello se le suma que las alturas actuales de los ambientes no respetarían las reglamentaciones vigentes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”, sostuvieron los magistrados.
La demandada hizo una serie de planteos en contra la indemnización por perdida de valor del inmueble que fueron rechazadas. “La emplazada no puede limitar su accionar procesal a una `cómoda negativa`. La demanda…es precisa en cuanto a los rubros que son materia de reclamo. Por ende, y sin perjuicio de la carga probatoria que incumbía al actor, es obvio el esfuerzo que también tenía que desplegar el demandado si aspiraba a desarticular lo reclamado por los pretensores. Y esta labor, precisamente, se percibe con claridad que está ausente tras un detenido análisis de las actuaciones”, fundamentaron los camaristas.
Los jueces ratificaron que en el caso hay una clara perdida del valor de los inmuebles. Explicaron que el público que busca inmuebles de la zona de Puerto Madero “es muy exigente y no admite ese tipo de desperfectos”. A eso se agrega que “se genera la sospecha en los terceros de que puedan existir problemas de calidad en otros aspectos de la unidad; todo lo cual conlleva la probabilidad de ofertarse un precio menor para la adquisición de estos departamentos para prevenirse de futuros y eventuales desperfectos”.