17 de May de 2024
Edición 6968 ISSN 1667-8486
Próxima Actualización: 20/05/2024

"No puedo permitir que el fuero comercial se desmorone como un castillo de naipes"

Dr. Enrique Butty
Presidente de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial

 

El fuero comercial ha experimentado en los últimos años un incremento abismal en el número de causas que tramitan ante sus estrados, poniéndolo al borde del colapso.
Como paliativo de esta crisis se han esbozados varios proyectos de ley que tienden a remediar la situación, aunque en su gran mayoría lo hacen de una manera circunstancial sin arrojar una solución definitiva a la cuestión.
Para dialogar sobre estos y otros temas relativos al funcionamiento del fuero, Diariojudicial.com se acercó hasta la Cámara Nacional en lo Comercial para dialogar con Enrique Butty, quien fue designado para desempeñar la presidencia por el presente año.
Próximo a cumplir 46 años en la justicia, Butty recordó que ingresó a tribunales el 15 de octubre de 1958 haciendo toda la carrera administrativa en el juzgado de Felipe Solá padre. Luego fue secretario de la justicia comercial cuando recientemente se le había modificado el nombre a la justicia de paz y se la había denominado especial en lo Civil y Comercial. También se desempeño como secretario de primera instancia y secretario de cámara en la sala D.
Entre abril y diciembre de 1980 fue designado juez de registro que con la sanción de las leyes 22.315 y 22.316, pasó a ser el juzgado nacional en lo comercial N° 26, -con competencia amplia- donde estuvo hasta el año 1994 en que fue designado juez de cámara, en la Sala B
En el ámbito académico, se inició en la docencia universitaria cuando era estudiante recorriendo todas las escalas y en el año 1980 fue convocado a integrar la comisión de reforma a la ley de sociedades comerciales, siendo uno de los redactores de la ley 22.203, sancionada en 1983.
Describiendo la situación actual del fuero, expresó que tiene una estructura “demasiado chica” para atender “la materia más grave, trascendente y de mayor interés en el país, en el ámbito nacional e internacional”. Afirma al respecto que hay que crear nuevos juzgados aunque personalmente se muestra partidario de una salida alternativa que puede poner fin a la problemática del fuero aunque reconoce a la vez que puede no ser bienvenida por sus pares: propone unificar el fuero civil y comercial Federal, con el fuero comercial.
Alerta que los juzgados de primera instancia se hallan sobrepasados de trabajo dado que deberían admitir unos 2000 expedientes por año y se encuentran hoy en día tramitando un promedio de 20.000 expedientes por año, cifra que repercute también en los casos que llegan a la alzada. A continuación reproducimos la charla mantenida

 

 

Diario judicial: ¿Cuál es la situación del fuero comercial hoy en día?

Enrique Butty: El fuero comercial es un fuero demasiado chico en estructura, con sólo 26 juzgados de primera instancia y 5 salas de cámara para atender la materia más grave, trascendente y de mayor interés tanto en el ámbito nacional e internacional pues aquí se están ventilando cuestiones bancarias, de seguros, de una manera indirecta cuestiones laborales, concursos y quiebras de una gran magnitud. Tengamos en cuenta que en materia corporativa, las empresas están en su abrumadora mayoría registradas en la capital lo cual determina su competencia y hace que también el fuero esté terriblemente sobrecargado de trabajo.

Dju: Estimativamente, ¿cuántas causas tramitan por juzgado?

EB: El cálculo nuestro es que un juzgado nacional en lo comercial con dos secretarías está previsto para tramitar 2000 causas por año y en caso de una sobrecogedora situación de aumento de trabajo podrían tolerarse 5000 causas, a costa de la salud del juez, de los secretarios, de los empleados, etc. Pero en este momento el promedio de causas por juzgados es 20.000 involucrando causas de alto nivel, de trascendencia jurídico económico y político que nos lleva a reiterar la afirmación de que estamos frente a un verdadero fuero federal. Entonces si se va a mantener la identidad actual de los fueros de la Capital y de acuerdo al actual esquema de reparto de trabajo, se deberán crear más juzgados.

Dju: ¿Qué prioridades se ha establecido al asumir la presidencia?

EB: El término de un año es corto y no se puede hacer todo; pero sí dejarle al próximo presidente las cosas algo más encaminadas. Si vamos a ir a soluciones paliativas o a parches menores, algo hemos conseguido porque parece que va encaminado el proyecto de ley que suprime el fuero de atracción de los juicios laborales en las situaciones concursales. Esto a mi me resulta entre gozoso y doloroso, ya que nos alivia el trabajo pero perdemos competencia,
Otra solución sería crear más juzgados. No demasiados, porque enseguida cuando uno plantea la idea aparecen las pretensiones desmesuradas. Tenemos 26 juzgados; se pueden crear 14 con lo cual se completarían 40. Decimos que la justicia en lo civil tiene mas de 100 juzgados...
Pero para mi la solución definitiva es otra.

Dju: ¿Cuál sería?

EB: Dado que toda la justicia de la capital es federal en tanto integre el Poder Judicial de la Nación, podríamos pensar en una solución integral pensando en el país o una solución parcial pensando en nuestro fuero. Empecemos por la general: Por qué va a haber en la Capital Federal una justicia nacional en lo nacional, es decir jueces nacionales en lo federal. Se podría unificar los fueros Criminal y Correccional Federal con Penal, Contencioso Administrativo Federal con Civil, y por último Civil y Comercial Federal con Comercial.
Y ahora vamos al interés de nuestro fuero. Por qué en la Capital Federal, siendo toda la justicia nacional o federal, la materia comercial va a estar dividida en patentes y marcas por un lado, transporte interterritorial, navegación marítima y aérea; y por el otro lado concursos, quiebras, cuestiones bancarias, seguros, contratos de concesión, distribución, franchising, leasing.
Por qué estamos ventilando cuestiones territoriales e inter territoriales. Y si un caso es Federal por qué va a estar fraccionada la competencia.
Ahora bien, frente al enorme nivel de trabajo, la propuesta para esta presidencia para una solución definitiva de la cuestión sería la unificación del fuero Comercial con Civil y Comercial Federal.
Así se superaría el fraccionamiento de la materia mercantil y se integrarían 26 juzgados con los 14 Civil y Comerciales Federales, las 5 salas de cámara con las 3 de civil y comercial federal, y habría que ponerse a estudiar y a practicar pero de una manera más descansada.

Dju: Al respecto ¿se ha hecho la presentación de algún proyecto?

EB: Sí, le entregué en mano a Fleitas Ortíz de Rosas, Secretario de Política Judicial y Asuntos Legislativos bajo la anterior gestión ministerial, un proyecto de ley. Es un proyecto hecho a los efectos de aportar con ideas.

Dju: ¿Ha recibido apoyo del Consejo de la Magistratura y del Poder Ejecutivo en la iniciativa?

EB: Las relaciones de esta presidencia con el Consejo de la Magistratura son óptimas, no hemos recibido más que apoyo. Este tema no lo hemos planteado por ahora. Pero conjeturo o intuyo y de alguna manera sé que hay gente que apoya esta idea. Sería una solución definitiva, todo lo demás son parches.

Dju: Siendo el fuero en el que mayor cantidad de expedientes se pierden ¿a qué factores lo adjudica?

EB: En primer lugar al enorme volumen. Hemos dicho que el tope máximo de capacidad de los juzgados en lo comercial son 2000 expedientes, 5000 en una grave coyuntura de acumulación de trabajo, y hoy estamos en un promedio de 20.000 por juzgado. Y segundo, es imprescindible modificar los hábitos de trabajo, y eso supone un proceso gradual porque implica cambiar mentalidades, que yo creo que va a tener lugar. Pero los expedientes se pierden por muchas razones. Hay razones casuales y también razones culposas.

Dju: Una característica del fuero son las enormes colas en los juzgados...

EB: La cola en los juzgados se puede evitar. Yo no quiero incurrir en actitudes antipáticas, porque hay algunos que creen en soluciones mágicas como por ejemplo la computación. La computación, como diría la filosofía clásica, es una causa instrumental, la computadora depende de quien la cargue, si el que la programa la programa mal todo va a seguir igual. Hay juzgados en los que no hay cola. Y de acuerdo a los principios científicos de San Francis Bacon, los compartamos o no, para que algo sea una ley no puede haber ninguna excepción. Si la ley es que la cola obedece al exceso de trabajo, y hay juzgados en los que no hay cola, entonces la cola no obedece a eso.

Dju: Otro detalle es que generalmente los juzgados que no tienen cola son aquellos que poseen mayor cantidad de meritorios trabajando...

EB: Todo el personal es meritorio lo que sucede es que también hay meritorios no rentados. Pero el personal titular también es meritorio porque trabaja hasta las 6, 7 u 8 de la noche. Yo he tenido que soportar a algunas personas de mi relación que se quejan del horario de tribunales, o de la feria y no saben que el personal, aún estudiantes, trabaja hasta las 8 o 9 de la noche y después se van a estudiar. Yo diría que todo el personal es meritorio. El titular rentado, y El no rentado.

Dju: De todas formas, los juzgados que poseen mayor cantidad de personal no rentado pueden acceder a una mejor atención.

EB: Pero eso nos lleva a la propuesta de uno de los parches y no lo digo en nada peyorativo, ojalá que se haga. En vez de gastar dinero en festivales o en viajes inútiles invirtámoslo en la justicia. El Estado no puede desatender ni la salud, ni la educación, ni la defensa nacional, ni la justicia. La justicia, con 14 juzgados a los que se pudiera atribuir turno exclusivo por un lapso prolongado, como pasó en el año 72, cuando se crearon 10 juzgados comerciales -turnos exclusivos por los que se suprimen la asignación de causas por un lapso de un año o dos- y esos juzgados empiezan de cero absorbiendo todo el trabajo sería bueno. Eso pasó en el año 72 y hubo una mejoría notable.

Dju: ¿Las vacantes son otro problema que aqueja a este fuero?

EB: Lo que sucede es que el procedimiento en la designación de jueces es arduo. En un primer momento yo dudaba del reglamento de subrogancias aprobado por el Consejo de la Magistratura. Es normal la designación de jueces titulares que asumen como interinos, pero ahora se prevé la designación como jueces de secretarios. Sin embargo, en mi caso particular he promovido ésto lo cual ha producido la designación de dos secretarios como jueces interinos, el doctor Astorga al juzgado comercial nº 4 y el doctor Carrera al juzgado comercial nº 25.

Dju: En el fuero Civil por diferencias que hubo no se autorizó a secretarios ser jueces...

EB: Aquí sucedió, en esta presidencia. Yo he hecho uso de la facultad que prevé el reglamento de designar secretarios. El reglamento prevé la designación por 60 días, esto es facultad de la Cámara. Yo he hecho uso, he nombrado, he cubierto cargos, porque no puedo permitir que el fuero se desmorone como un castillo de naipes. Y luego lo que se llama subrogancia prolongada que supone la consulta al Consejo de la Magistratura. El primer caso de que tenemos es el de estos dos secretarios nombrados jueces interinos.

Dju: ¿El presupuesto que tiene hoy el fuero Comercial es el adecuado?

EB: De ninguna manera. Influye muchísimo, yo creo que el país no gasta lo que debería gastar en los vectores fundamentales de la continuidad de la República, y esto involucra a la justicia y en particular al fuero. Al respecto estoy promoviendo la resurrección de algo que existía en otras épocas, que es la reunión de presidentes de Cámaras Nacionales. El país no puede seguir gastando plata en otras cosas; gastaremos cuando tengamos cubiertos los vectores para la continuidad de la República y una vez que tengamos asegurados la salud pública, la educación, la seguridad, la defensa nacional y la justicia.

Dju: ¿Cuál es el fin de la reunión de presidentes de cámaras nacionales? ¿De dónde se toma esta iniciativa?

EB: El fin es reflexionar sobre el diseño de la actual justicia. La iniciativa viene de una vieja idea que estaba un poco alicaída y que esta presidencia ha promovido.

Dju: ¿Ya se han reunido?

EB: Si, muchas veces. Nos hemos reunido en la Sala de Acuerdos de la Cámara Comercial y en la Asociación de Magistrados, con la cual procuramos tener buenas relaciones. Inclusive hemos convocado a las reuniones a los consejeros de la magistratura y a jueces. Todo con buena voluntad, no es para entorpecer ni para poner palos en la rueda.

Dju: ¿Qué opina sobre el proyecto de traspaso de competencia comercial, concretamente de ejecución de cartulares de poco monto, al fuero laboral?

EB: A mi no me gusta perder competencias. Lo que se podría hacer sería crear un fuero de menor cuantía. Fue un retroceso que en el orden nacional de la Capital Federal se suprimieran competencias de menor cuantía. De cualquier manera no me opongo, y no solamente no me opongo sino que lo promuevo porque yo no soy el dueño de la cámara, no estoy para ejecutar mis ideas personales. Y como el sentimiento general del fuero es alivianar el trabajo, sobre todo en la primera instancia, aunque también en la cámara, entonces no creo que en mi condición de presidente, deba anteponer mis ideas teoréticas conceptuales, en estos temas llamados desesperantes de la realidad. El fuero Laboral se ha portado muy bien con nosotros.
Con la Dra. Díaz Cordero fuimos invitados a un panel en la Cámara de Senadores, cuando se trató el proyecto de eliminación del fuero de atracción de causas laborales en los concursos, lo cual asume especial gravedad cuando se trata de una liquidación frente a una compañía de seguros, porque eso nos hace absorber un porcentaje abrumador de la materia civil. Y hubo distinguidos colegas del fuero del trabajo que expresaron la conformidad.
Es un parche, una salida circunstancial, lo mismo el traspaso de las causas de menor cuantía al fuero laboral. De cualquier manera hay una cosa que no podemos dejar de admitir, y en eso yo me voy a cansar de repetir, siendo la justicia de la capital toda federal, la distribución de trabajo entre los juzgados de la capital obedece a eso, a meras razones de distribución de trabajo. De modo que no me parece mal, lo que podríamos interrelacionar es qué pueden ser soluciones tácticas circunstanciales y qué pueden ser soluciones definitivas. Para mi la solución definitiva para el fuero comercial está en la unificación con civil y comercial federal.

Dju: ¿Hay algún tema pendiente de resolución plenaria?

EB: Todos los que estaban pendientes han salido.

Dju: ¿Cómo ha resultado la implementación en el fuero del PROJUM (Proyecto Juzgado Modelo)?

EB: Yo creo que bien. Creo que es un emprendimiento exitoso. Hay un designio de ingeniería sistemática y tecnológico que debe circular a través de cómo están las cosas. Hay que cambiar el cableado, hay que interrumpir el servicio, hay que picar paredes, hay que capacitar a la gente. Pero es para bien.

Dju: ¿En los juzgados en los que se implementó ha mejorado el servicio, o todavía hay un retroceso por el cual no pueden cumplir?

EB: Yo creo que esto está en vías de experimentación. No conocemos aún el resultado. Lo que pasa es que en los cuatro juzgados en los que se ha implementado son cuatro juzgados buenos. No es que los otros no sean buenos pero estos son especialmente buenos.

Dju: ¿Cuál es su opinión en cuanto a las críticas que se vierten a través de las manifestaciones populares a la justicia en general?

EB: Bueno me comprenden las generales de la ley, porque yo integro la justicia. El sentimiento popular nunca debe ser desoído. Ahora bien, a mí me parece que la causación mediática que tiende a orientar el sentimiento es injusto. Acá hay gente que está hablando de lo que no sabe, eso es muy grave. A veces hay un manejo mediático de la llamada opinión pública.
De cualquier manera, si hubiera un sentimiento plural alrededor de la justicia -que habría que ver, porque una reunión de 100.000 sujetos pertenecientes a la clase media no encarna el sentimiento popular del argentino- si hubiera un sentimiento popular adverso al estado de la justicia es algo que debe ser escuchado y la justicia estaría emplazada a reformarse. Pero no como quieran los que manejan los medios, sino como debe ser, lo cual es algo objetivo, y no por arrebatos circunstanciales. Considero que con lo que puedo ver, con lo que puedo percibir, con casi 46 años en la justicia, que la justicia Argentina anda bastante bien. Aquí la justicia no anda tan mal si uno la compara con otras partes del mundo.

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